Soledad...¿dónde te puedo encontrar?

...lejos...puedo verte...sé que eres tú...puedo ver mi sonrisa dibujada en tu rostro...pero una lágrima...mejilla...termina...en mis labios...saboreo...deseo...otra lágrima...

Acabo de llegar de un encuentro social...hermanos y amigos que me encanta ver...pero, no puedo dejar de sentirme con esa sensación de que toda droga (maligna o benigna) pasa.

Son esos momentos en que por fin no me siento el único cuerdo, ni el único loco del baile; hay gente que baila, rié y sonrié conmigo. Pero me hace pensar: que quizás solo superficialidad puedo entregar. De esa necesaria para sonreir y seguir conviviendo con el mar de problemas de cada ser. Incluso, reflexionó que doy una imagen tan "festiva" que mi mundo se ve como un idilio de persona; y tal vez no es de esa forma.

Tan dependiente...creo que es repulsivamente patético. Añoro esos años en que podía vivir tranquilo y en paz, en una burbuja donde todo estaba bien y lo malo, se solucionaba rápidamente. Era tan fácil no convivir, luchar por la propia existencia, contentarse con solo un pequeño mundo, sin sed de curiosidad...era tan simple sólo "ser" y no "humano".

Es complicado encontrar la real soledad y volver a introducirse, renunciar a tanto por miedo a algo mayor. Sobrevivir y mantenerse "bien" dentro de ella es todo un nuevo desafío. Me gustaría comprobar que es como casi los grandes aprendizajes: nunca se olvidan.

Y en esta vida sin caretas
donde ya no encuentro las respuestas
de mis preguntas antes hechas
Y dónde todo brilla
sin ser la gran maravilla
Me duele saber que por una astilla
estoy perdiendo casi toda la villa
Y que ya sin mi máscara
encuentro sátira y lástima
de mis ideas reales
que buscan nidales
Para comenzar de nuevo
el inicio de un encierro
donde no hay discernimiento
y los ríos quedan sin torrento
Y vuelvo a ser niño
sin pecado en el bolsillo
Cuando el mundo me espera
y yo quiero caminar en otra vereda
Con mis pasos
para ya no sentir fracaso
de esta vida
que no es sencilla
Pero en su silla
veo mis heridas
que comienzan a sangrar
buscando el nuevo camino para trazar...

Se acaba la música del Sol...

...miro, observo, recuerdo, anoto...seguía...sigo...aún...y espero...siempre...
...dulce y feroz resplandor...

La verdad, no puedo evitar sentir mucha tristeza por lo que pasó hoy: el termino de las vacaciones...el término de la música del Sol. Aquella que me hizo bailar, llorar, pensar, hablar o simplemente disfrutar de todo lo que había. Tantas cosas este verano...justicia divina en comparación con el anterior.

Comenzando por las vacaciones empezar con notaria prontitud debido a la salida del cole, pero que ya en diciembre parecía febrero y era placentero pensar que aún siquiera comenzaba el verano. Un año nuevo diferente, carretes para decir basta. Y sobretodo, una genial sensación de que todo no podía marchar mejor.

Pero como nada es siempre lo que uno espera o quiere esperar...vino un gran cisma, y lo único negativo del verano. Es triste que te tiren al suelo, y sobretodo alguién que tú creías, no lo haría. Cosas para aprender y preveer.

Ahora, que veo todo lo que ocurre y ocurrió: siento que debo volver a ocupar una herramienta que tenía guardada hace muchos años. Pero, siento que la soledad debe volver a ser mi gran aliada. Sé que suena como contradictorio, sobretodo por aquello que he experimentado en este último tiempo; pero mi necesidad de contacto con las personas pasa por un punto que encuentro es demasiado dependiente ante mis ojos. Por eso es que prefiero desde ya comenzar a trabajar con ella, pues recuerdo que no es fácil ocuparla, ni menos mantenerse "bien" dentro, pero no es imposible. Lo hice por muchos años, así que en honor al pasado: no debería tener muchas dificultades ahora.

Eso por ahora...